sábado, 25 de abril de 2015

Se trata del comisario inspector Mario Barzola. Fue puesto en funciones por el Superintendente Zona Interior Norte Héctor Mauriño.





El intendente municipal de Pergamino Omar Pacini participó en el acto donde fue puesto en funciones como nuevo titular de la Policía Departamental Pergamino al Comisario Inspector Mario Walter Barzola. Rubén Rojo se hizo cargo de la Departamental Colón. Por su parte, pasado el mediodía, asumió en el Comando de Prevención Ciudadana (CPC) Marcelo Garrido.
La ceremonia fue presidida por el superintendente Zona Interior Norte Héctor Mauriño y en la misma se procedió a poner en función al Comisario Inspector Mario Barzola como jefe de la Departamental Pergamino, con el límite territorial que corresponde al límite geográfico de Pergamino. Como Subjefe Departamental al Comisario Inspector Javier Villalba.
Por su parte el Comisario Mayor Rubén Alberto Rojo y Antonio Olivero fueron designados como Jefe y Subjefe respectivamente de la Departamental Colón.
Pacini participó del acto en compañía del secretario de Gobierno Pablo Mazzei y el subsecretario de Seguridad Federico Beltran.
“Agradezco la presencia de las autoridades municipales y de las fuerzas vivas” dijo Mauriño al tiempo que subrayó: “Como estamos acostumbrados en esta fuerza, los efectivos van a tener que responder a los mandos naturales. Esto ha sido consensuado con las autoridades municipales. Los movimientos en las dependencias van a ser consensuadas entre el Jefe Departamental y las autoridades municipales”.

Un juninense al frente de la Jefatura Departamental Pergamino

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Compareció esta tarde ante el fiscal Javier Ochoaizpuro quien pidió que la aprehensión del delincuente se transforme en detención. El hombre es casado y tiene 60 años.



Arnoldo Ramón Rodríguez, el autor del asalto con toma de rehenes al banco Santander Río de la vecina ciudad de Lincoln, se negó a declarar ante el fiscal Javier Alberto Ochoaizpuro, titular de la Fiscalía 2 que tomó intervención en el hecho, ya que es el fiscal de turno del Departamento Judicial Junín. 
Rodríguez compareció ante el fiscal pasadas las 13 de este sábado. El hombre es casado, de 60 años de edad, con domicilio en Pergamino.
Concluída la audiencia, el Fiscal solicitó a la titular del Juzgado de Garantías Nº 3, doctora María Laura Durante, la conversión en detención de la aprehensión del imputado. 
Desde el área de prensa de Fiscalía General se informó oficialmente que Rodríguez está imputado de la comisión de los delitos de portación ilegal de arma de guerra (art. 189, inc.2do, parráfo 4to del Código Penal), robo agravado por el uso de arma de fuego, en grado de tentativa (art. 166, inc. 2do, párrafo 2do CP) y privación ilegal de la libertad agravada  (art. 142 bis CP), "todos los mencionados en concurso real, por hecho ocurrido a partir de las 14.30 de ayer,  en la sucursal del Banco Santander Río,  sita en 9 de Julio 128, de la ciudad de Lincoln, en la que mediante el empleo de arma de fuego, intentó apoderarse de dinero en efectivo y valores, reteniendo luego contra su voluntad a nueve personas -todas ilesas-,  exigiendo no ser detenido. Su aprehensión se produjo con la intervención policial en el interior de la sede bancaria, pasadas las 23", destalló el informe oficial dado a conocer pasadas las 15 de este sábado.

Se negó a declarar el autor del asalto con rehenes en Lincoln

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El fiscal juninense hizo estas declaraciones al referirse a que muchos ciudadanos manifestan su temor a declarar contra sospechos de delitos penales.




En el Departamento Judicial Junín, el 47,1% de las causas penales no tiene imputados. Al respecto el doctor Javier Ochoaizpuro, tituar de la Fiscalía número 2, señaló que "muchas veces las causas penales no tienen imputados porque resultan ser desestimadas. La gente recurre a la justicia penal y denuncia circunstancias que entiende que afectan sus intereses, pero luego, si no se constituye delito, se desestiman y significa la terminación de la causa y nunca va a tener imputados porque no configuró delitos o en otros casos porque no se pudo comprobar la autoría o no se pudo seguir adelante con la instrucción a veces por impedimentos procesales y las veces que no se puede probar la autoría, tiene que ver con la falta de elementos de prueba que pueden ser técnicos o científicos o la falta de testimonios que permitan avanzar con la investigación".
"A veces por múltiples circunstancias se dan porque los hechos pueden no tener imputados" expresó el fiscal en declaraciones radiales agregando que "en algunos casos la gente no quiere participar o nos manifiesta que no se quiere comprometer por temor. Nosotros les indicamos que hay mecanismos procesales y legales para garantizar la protección incluso con el área de protección a las víctimas, creado para concientizar a la gente que no solamente puede participar activamente en el esclarecimiento de un hecho sino que es un deber, ya que es una imposición y que el Estado protegerá esa obligación que le impone a los ciudadanos", señaló el funcionario judicial.
Destacó que "asistencia a la víctima se encarga de contener y brindar todas las herramientas legales que tenemos para cuidar a los testigos".
Cuando se le preguntó sobre si en su fiscalía se encuentra con estos inconvenientes, respondió que "se da en todas las fiscalías" e hizo notar que algunos testigos han manifestado que "prefieren ser procesados por falso testimonio que declarar contra un imputado y es difícil revertir eso" aunque mencionó que en algunas ocasionas como sucedió con el caso del pequeño Tomás Dameno asesinado en Lincoln, cuando se detiene al sospechoso "la gente se anima".
"El ciudadano -dijo el fiscal juninense- debe saber que existen mecanismos y medio para su protección con el fin de que se sientan seguros y tranquilos para que aporten datos que permitan avanzar con las causas y llegar a imputaciones concretas y posteriores sentencias judiciales".
Mencionó que "la sola denuncia no basta con detener a una persona, de acuerdo a lo establecido por el Código de Procedimiento. La denuncia es la base de inicio de la investigación pero luego se deben incorporar otros elementos porque sino entraría en juego la garantía juídica que nos da tranquilidad a todos para que nadie, con la sola manifestación, puyeda perjudicar la reputación y honorabilidad de una persona".
"A veces se puede tratar de que se hable de "los sospechosos de siempre", pero en el proceso penal hay que probar esa sospecha con distintos elementos y a veces eso es lo que falta para llegar con éxito al final de una investigación", concluyó el doctor Ochoaizpuro.

Ochoaizpuro: "Hay herramientas para proteger a los testigos"

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Más de seis horas duró la crisis en la vecina ciudad. Ocho fueron los rehenes y 150 los efectivos policiales que intervinieron, algunos de ellos de Junín.



Un hombre de unos 60 años ingresó armado este viernes a un banco del centro de la ciudad de Lincoln y mantuvo a ocho personas de rehenes durante más de seis horas, hasta llegada la noche, cuando fue apresado y trasladado a una comisaría local, tras un operativo que incluyó a unos 150 efectivos policiales.
El fiscal Javier Ochoaizpuro afirmó que el captor, un hombre de "entre 50 y 60 años", sería "oriundo de Pergamino". El hecho ocurrió sobre el cierre del horario bancario, después de las 14.30 del viernes, en la sucursal del Santander Río, ubicada sobre avenida 9 de Julio 120, a media cuadra de la plaza principal y del municipio local.
El hombre ingresó a la sede bancaria, apuntó a los empleados y pidió el dinero; cuando estaba a punto de escapar con el bolso vio que llegaba la policía y decidió atrincherarse con las personas que había en el lugar, como rehenes.
Se montó de inmediato un gigantesco operativo con la interrupción de calles a 200 metros a la redonda, y se evacuó toda él área, incluido un jardín de infantes que está frente al banco.
Una gran cantidad de vecinos se acercó hasta el centro para presenciar lo que ocurría, mientras los periodistas querían aproximarse hasta el lugar donde ocurrían los hechos, pese al cerco de 200 metros montado por la Policía Bonaerense y el Grupo Halcón.
El fiscal general de Junín, Juan Manuel Mastrorilli, viajó desde esa ciudad vecina junto a su colega Ochoaizpuro, para seguir las alternativas del caso.
Mientras tanto, se iniciaron negociaciones, gracias a la cual el delincuente aceptó primero dejar salir a dos mujeres y a un cliente, y luego a otras tres personas que trabajan en el lugar.
Sin embargo, mantenía amenazado a un custodio bancario y se desconocía la situación de una joven que se había encerrado en el baño, que avisó por celular a su familia lo que estaba ocurriendo y recibía instrucciones de la policía, en desconocimiento del captor y con "riesgo de vida", según se informó.
La mujer salió pudo salir del lugar "sana y salva", pero "con una crisis de nervios", por lo que se le brindó la asistencia médica correspondiente.
En tanto, el delincuente, que habría entrado al banco con dos armas cortas, se negaba a entregarse y sólo quería irse en un auto con el dinero, mientras los negociadores trataban de convencerlo para que se rindiera.
Hubo un gran operativo policial a cuyo frente se puso el jefe de la Bonaerense, Hugo Matzkin, quien viajó a la ciudad en helicóptero para comandar la situación, junto a expertos de grupos de elite, como el Halcón y el GEO, además de los fiscales.
Sobre las 21, los efectivos del Grupo Halcón ingresaron por la fuerza tras arrojar una granada de expansión, para enceguecer al ladrón, quien así pudo ser detenido.
Matzkin precisó anoche que fueron "ocho" los rehenes "de diferentes sexos" y terminaron el operativo "con 150 hombres haciendo todo el desarrollo con el Grupo Halcón".
Además, aseguró que el operativo fue "muy difícil" porque se trata de "un banco que tiene sus medidas de seguridad, justamente para que no lo roben. Es un banco que es un bunker", graficó.
En sintonía, detalló que hay un efectivo del Grupo Halcón "herido en la mano", al que decidieron "trasladar" a Buenos Aires porque necesita "una atención diferente", debido a que "le explotó muy cerca la granada de expansión" que tiraron para ingresar al lugar.

  • DETALLES
  • El banco está ubicado a media cuadra del edificio del gobierno municipal linqueño.
  • Tomó intervención el fiscal Javier Ochoaizpuro. También estuvo el fiscal general Juan Manuel Mastrorilli.
  • El jefe de la Policía bonaerense Hugo Matzkin estuvo al frente del operativo policial.
  • Antes de las 21 fue arrojada una granada de expansión y reducir al delincuente.

Toma de rehenes en Lincoln: La dramática historia. Principio y desenlace

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Así lo conto el jefe de la Policía Bonaerense, Hugo Matzkin. Lo calificó de "héroe" luego del operativo.

 
       
El jefe del operativo en la toma de rehenes de Lincoln, Hugo Matzkin, reveló que el agente que actuó contra el delincuente de 64 años es un recién egresado, a quien lo calificó de "héroe". 
"Supo cómo afrontar la situación dentro del banco", aseguró el jefe de la Policía Bonaerense. "Cuando uno toma la determinación de accionar son situaciones de final abierto", explicó en diálogo con C5N.  
En cuanto a esto, Matzkin indicó que el operativo terminó con un policía herido y convertido en "héroe", haciendo referencia al joven recién egresado. 
Por otra parte, explicó que se registró el nombre y apellido del delincuente pero que igualmente tendrá que ser corroborado en los archivos de la fuerza.
  

El agente que actuó en la toma de rehenes en Lincoln es un recién egresado

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Fueron más de seis horas de tensión y angustia. La toma de rehenes en un banco de Lincoln terminó de forma violenta. Uno de los jefes del grupo Halcón de la policía bonaerense resultó herido en una mano cuando los uniformados irrumpieron en la sucursal del Banco Santander Río y redujeron al asaltante solitario, que, con dos armas, intentó robar en la entidad y mantuvo cautivas a ocho personas.
Según informaron fuentes policiales, el violento episodio ocurrió, ayer, alrededor de las 14.30, en la entidad situada en 9 de Julio al 128, en pleno centro de Lincoln, a 320 kilómetros de la ciudad de Buenos Aires. La tranquilidad del lugar fue interrumpida cuando un hombre que llevaba una gorra y dos armas cortas irrumpió en la sucursal.
Ninguno de los rehenes resultó herido, aunque la empleada que se encerró en el recinto al que sólo se podía acceder con una clave, quedó en estado de shock.
Fuentes de la investigación dijeron que en ese momento el policía que estaba en el castillete pudo activar la alarma y antes que reaccionara el asaltante el banco fue rodeado de policías. Entonces, se desplegó un operativo de seguridad que incluyó la evacuación de un jardín de infantes situado frente a la sucursal bancaria y el corte de las principales avenidas de la zona.
Anoche, a las 20.55, los policías del Grupo Halcón irrumpieron en el banco y arrojaron una bomba especial (llamada en inglés flash bang), que tiene efecto ruidoso, luminoso y de humo para aturdir al ladrón.
Cinco minutos después, de la zona de seguridad salieron una ambulancia y un móvil policial. En la ambulancia era trasladado el jefe del Grupo Halcón, que sufrió una herida en la mano por la deflagración de la bomba. Mientras que el asaltante fue llevado, detenido, en un patrullero a la comisaría.
Los efectivos de ese grupo especial de la policía bonaerense habían llegado a la entidad minutos después de las 15.30, cuando el ladrón hacía una hora que había tomado como rehenes a ocho empleados y clientes que estaban en la sucursal.
La premura en responder el llamado de alerta radicó en que los oficiales del Grupo Halcón estaban en Junín dictando un curso de procedimientos en casos de tomas de rehenes a policías de la zona.
El jefe de la policía bonaerense, comisario general Hugo Matzkin, viajó al lugar para acompañar a los efectivos de Grupo Halcón y agilizar el diálogo entre los fiscales y los negociadores, que debían trasladar las demandas del delincuente.
A las 16.50 el asaltante liberó a cuatro personas. Más tarde, a las 18 habría dejó salir a otros dos rehenes. Entonces, dentro del banco quedaron dos personas, el policía que accionó la alarma silenciosa y la empleada que logró atrincherarse en una oficina que estaba bloqueada por dentro. Sin que el delincuente lo advirtiera, la mujer se encargó de comunicarse con los policías que rodeaban el banco. Uno de los negociadores le sugirió que bajara al mínimo el volumen del teléfono y que pasara las novedades por SMS.
La negociación fue tensa y llegó al extremo de que el delincuente amenazó con quitarse la vida si no le llevaban un auto. Cuando los policías advirtieron que creció el riesgo de vida de la empleada y del uniformado que estaba dentro del castillete, decidieron irrumpir en el banco y reducir al delincuente que, en todo momento, pedía que le entregaran un vehículo para escapar con los casi $ 200.000 que había robado.
Fuentes policiales indicaron que el asaltante, de 64 años y, aparentemente sin antecedentes penales, tendría domicilio en Pergamino y habría irrumpido en la sucursal para robar el dinero que, supuestamente, necesitaba para cancelar una importante deuda.

Toma de rehenes en Lincoln: Quería escapar con 200 mil pesos

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Entró armado cerca de las 15, pero al salir con el botín se topó con la policía. Entonces tomó de rehenes a las diez personas que estaban allí. Durante seis horas se resistió a entregarse, aunque fue liberando rehenes. Al final, la policía entró a la fuerza y lo detuvo.





Un hombre de unos 60 años ingresó armado a un banco del centro de la ciudad de Lincoln, asaltó las cajas y cuando se iba con el botín se topó con la policía que llegaba al lugar. Entonces decidió tomar como rehenes a diez personas que estaban allí. El hecho ocurrió en la sucursal del Banco Santander Río ubicada en esa ciudad del noroeste bonaerense y se extendió hasta la noche, cuando un comando especial de la policía entró por la fuerza. Inmediatamente, del lugar partió una ambulancia rumbo al hospital: al cierre de esta edición no se sabía si portaba al delincuente o al único rehén que hasta entonces permanecía retenido.
La calma que supone la hora de la siesta, con cielo libre de nubes y bajo el sol de un otoño atípico, se vio bruscamente interrumpida después del mediodía en Lincoln. Un hombre de aspecto bonachón y con boina –que aparentemente arrastraba una deuda de 200 mil pesos en Pergamino–, entró con un bolso a la sucursal del Banco Santander Río cuando faltaba poco para la hora de cierre. Se acercó a una caja, extrajo dos armas cortas y exigió todo el dinero de la jornada, sorprendiendo a todos por su serenidad. Cuando intentaba escapar, fue sorprendido por la policía. Entonces el ladrón mutó a captor, tomando como rehenes a diez personas, entre clientes y empleados. El hombre pedía irse del lugar con el dinero y se mostraba inflexible.
Se montó de inmediato un gigantesco operativo con la interrupción de calles a 200 metros a la redonda, y se evacuó y acordonó toda el área, incluido un jardín de infantes que está frente al banco. Una gran cantidad de vecinos se acercó hasta el centro para presenciar lo que ocurría, pese al cerco policial, aunque la policía exigió que se retiraran a sus casas y no salieran.
Hubo un gigantesco operativo junto a expertos de grupos de elite como Halcón y GEO. Cerca de las 16.30, el jefe de la Policía Bonaerense, Hugo Matzkin, llegó en helicóptero al lugar para comandar los pasos a seguir. La atención principal estaba puesta precisamente en los negociadores del grupo GEO y el accionar del Grupo Halcón. También había policías de otros distritos departamentales, como los de Junín y Chacabuco. El fiscal general de Junín, Juan Manuel Mastrorilli, viajó desde esa ciudad vecina junto al fiscal Javier Ochoaizpuro para seguir las alternativas del caso junto con la fiscal de Lincoln, Claudia Ezeiza. En tanto, el ministro de Seguridad de la provincia de Buenos Aires, Alejandro Granados, daba instrucciones desde Tres Arroyos, ciudad en la que se encontraba en ese momento.
Se presume que el delincuente eligió el último día hábil de la semana porque descontaba que el dinero de las cosechas depositado por los ruralistas de la zona sería mayor.
“Mi intuición es que debe haber pensado que era fácil. Una cuestión de desequilibrio emocional. Entró al banco cerca de las tres de la tarde. La vigilancia vio la acción y automáticamente encendió el alerta, quedando todos adentro. Es un hecho sorprendente”, dijo el intendente de Lincoln, Jorge Fernández.
El hombre primero liberó a dos empleadas y un cliente. Media hora después hizo lo propio con otras cuatro personas, y mantuvo de rehén sólo al custodio del banco. Otra empleada del banco permaneció todo el tiempo escondida en el baño y fue quien avisó por teléfono celular lo que allí ocurría. La negociación pintaba dura y tensa.
El ladrón aparentemente es un ex convicto de Pergamino cuyo rostro de perfil comenzó a circular a través de las redes sociales mientras liberaba al primer rehén. Aceptó dejar salir a la mayoría de los otros, pero mantenía amenazado a un custodio del banco. En tanto, las víctimas que iban siendo liberadas eran atendidas por médicos e interrogadas por los investigadores para obtener detalles del escenario dentro del banco y, sobre todo, el estado emocional del delincuente.
Se conformó entonces una mesa de crisis. Según los expertos, el 90 por ciento de estos casos se resuelve por persuasión. Un psicólogo atendía las razones del sujeto y buscaba tener empatía con él. El delincuente jamás perdió la calma: sólo exigía un auto para huir. No pidió comida, ni bebida y dejó todas las luces del banco encendidas a medida que caía la tarde. Durante más de seis horas se trató de convencer al delincuente de que depusiera su actitud, pero éste se negaba y la negociación a ratos se endurecía. Hasta que el GEO y el grupo Halcón hicieron detonar una bomba de estruendo e ingresaron por la fuerza al lugar. La calma que se había roto por la tarde, regresó a Lincoln ya entrada la noche.

La tarde que cambió la histórica calma en Lincoln

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Un delincuente que robó el dinero de las cajas del Banco Santander Río y mantuvo como rehenes a ocho personas, entre clientes y empleados. Finalmente fue detenido en una operación táctica del Grupo Halcón, que rescató ilesas a las últimas dos personas que estaban cautivas.
En el operativo policial, un jefe del Grupo Halcón resultó herido y debió ser trasladado de urgencia al Hospital Churruca de la Capital Federal, mientras que los dos últimos rehenes, una empleada del banco y un policía resultaron ilesos.
Respecto al delincuente, las fuentes precisaron que fue identificado como Naldo Martínez (64), con antecedentes penales, quien fue atrapado ileso y fue llevado detenido a la seccional local.
La toma de rehenes finalizó después de seis horas de conversaciones con efectivos del Grupo Halcón, supervisada por el jefe de la Policía bonaerense, Hugo Matzkin, que viajó al lugar para mantener personalmente la negociación, y el fiscal general del departamento judicial Junín, Juan Manuel Mastrorilli.
El hecho se inició cerca de las 15, cuando un delincuente, vestido con un pantalón, camisa, campera y una gorra, amenazó con una pistola calibre .45 y un revólver .32 a uno de los cajeros del banco ubicado en 9 de Julio 128, de esa localidad del oeste de la provincia de Buenos Aires y, tras apoderarse de dinero, que guardó en una bolsa, se dirigió a la puerta de salida para escapar.
En ese momento, el asaltante observó la presencia de efectivos de la seccional local, ubicada a unas dos cuadras, que habían llegado en forma inmediata tras ser advertidos del robo por el policía que estaba de custodio en la caseta, a quien un cliente le informó del asalto con un cartelito escrito a mano.
Ante esta situación el ladrón volvió hacia la zona de las cajas de atención al público, donde amenazó a los empleados y clientes que se encontraban en el banco, una diez personas, a quienes decidió mantenerlos como rehenes.
Minutos después, la Policía local implementó un cerco con vallas de hasta unos 200 metros a la redonda del banco y se decidió, por precaución, la evacuación de un Jardín de Infantes, una escuela y comercios cercanos, mientras se aguardaba la llegada de las principales autoridades de la Policía provincial y del Grupo Halcón.
Dos horas más tarde de iniciada la toma, un efectivo del Grupo Halcón que se encontraba de visita en Lincoln por asuntos personales, se presentó en el lugar y actuó como negociador, y logró que el delincuente permitiera la liberación de cuatro personas, tres empleados y un cliente, mientras continuó manteniendo cautivo al resto.
Posteriormente, los otros rehenes también fueron liberados, con lo que sólo quedó dentro del banco un efectivo policial, que era apuntado por el asaltante, y una empleada que estuvo permanentemente escondida en una oficina, pasando información sobre el hecho primero a su familia y luego a la Policía.
Finalmente, el comité de crisis, integrado por autoridades policiales y judiciales, decidió que la situación no daba para dilatarla y se ordenó a los tácticos entrar al banco y liberar a los rehenes.
Los efectivos rompieron un blindex del local, operación en la que resultó herido en una mano un comisario inspector del Grupo Halcón, e irrumpieron arrojando una granada de estruendo y luminosa.
La acción táctica permitió detener al asaltante, liberar al policía y a la empleada, que sufrió una profunda crisis de nervios, y poner un fin a una situación que mantuvo en alerta, toda la tarde, al pueblo de Lincoln.
La causa quedó a cargo del fiscal Javier Ochoaizpuro, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2, de Junín.

Secuencia de las negociaciones y el desenlace

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El fiscal de la causa ordenó al Grupo Halcón a ingresar al local y liberar a las últimas dos personas que permanecían cautivas. Uno de los efectivos resultó herido.


Un delincuente sexagenario que tomó de rehenes a empleados y clientes de un banco en la ciudad bonaerense de Lincoln, en el centro oeste de la provincia, quedó detenido tras seis horas de tensión y negociación con la Policía. 
El fiscal a cargo de la causa Javier Ochoaizpuro dio la orden de ingresar por la fuerza al banco y liberar a los últimos dos rehenes que quedaban, ya que el delincuente no declinaba su actitud.
Durante el procedimiento de ingreso a la sucursal Santander Río, el jefe del operativo del Grupo Halcón resultó herido por lo que fue llevado de urgencia al hospital local y luego iba a ser trasladado al Hospital Churruca. 
Según lo confirmó el jefe de la Policía Bonaerense, Hugo Matzkin, el jefe del Grupo Halcón sufrió serias heridas al explotar la granada de expansión con la que se inició el rescate de los rehenes.
Matzkin confirmó además que el delincuente fue detenido, mientras que los dos últimos rehenes fueron trasladados a un sanatorio local para su observación.
A su vez, destacó la participación de ambos rehenes en el desarrollo del operativo, al mencionar al policía de consigna que egresó hace cuatro meses y a la mujer con quien mantuvieron permanente comunicación telefónica, desde su lugar de escondite.
El hecho comenzó pasadas las 14:30 de este viernes en la sucursal ubicada en avenida 9 de Julio 128, de Lincoln, donde el delincuente, identificado como Naldo Martínez, ingresó con dos armas un rato antes del cierre de la entidad.
Allí, pidió el dinero de las cajas, cometió el asalto y cuando el policía de consigna accionó la alarma, tomó de rehenes a los pocos clientes que quedaban dentro de la sucursal y a los empleados del lugar. 
Rápidamente se hizo presente personal de la comisaría local y luego efectivos del Grupo Halcón que continuaron la negociación que había comenzado la auxiliar fiscal Claudia Ezeiza. 
Se supo que cerca de las 17:00 el asaltante liberó a cuatro personas y una hora más tarde, habría liberado a otras dos más, por lo que adentro del banco quedaba el policía y la mujer que se había escondido.
Mientras las víctimas iban siendo liberadas, fueron asistidas por los médicos y por un equipo de psicólogos.
El banco está situado a pocos metros de la plaza central de Lincoln y al frente de la sucursal funciona un jardín de infantes que tuvo que ser evacuado. 
El intendente de Lincoln, Jorge Fernández, contó al canal de noticias TN que ni bien se conoció el hecho se desplegó el operativo de seguridad que ordenó el ministro de Seguridad Alejandro Granados.
"Es un hecho sorprendente y no estamos acostumbrados a estas cosas. Al menos sabemos que habría seis personas y no sabemos
quien es el delincuente y menos si es o no de Lincoln", señaló Fernández a poco de comenzada la toma. 

Una rehén mantuvo contacto con los investigadores
En el momento en el que el delincuente ingresó al banco, una empleada se escondió en una oficina del lugar y durante toda la tarde se comunicaba con su madre y con los investigadores por mensaje de texto. 
Desde su escondite, la mujer brindaba información del estado emocional del delincuentes y de la situación dentro del banco. 
También se dio a conocer que durante la negociación, el hombre habría solicitado un auto para poder irse y que tendría antecedentes penales por causas de delito contra la propiedad.
"En un momento, nosotros habíamos detectado que la rehen estaba en el baño y corría serio riegos de vida y ya había pasado varias horas por eso el fiscal decidió dar la orden de entrar", informó Matzkin. 
En el lugar estuvieron presentes el fiscal general de Junín, Juan Manuel Mastrorilli y el fiscal en turno, Javier Ochoaizpuro.
Viajó al lugar el jefe de la Policía Bonaerense, Hugo Matzkin.

Cómo fue el rescate y la rehén que se comunicó con su madre vía mensaje de celular

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Faltaba poco para las tres de la tarde y los vecinos de la ciudad de Lincoln -a unos 320 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires- se apuraban para terminar sus trámites en el centro. De pronto, varios policías comenzaron a correr rumbo a la sucursal del Banco Santander Río, ubicada en Avenida 9 de Julio 128. Primero hubo desconcierto, al saber que un ladrón había tomado a ocho personas como rehenes, y finalmente una tensión creciente que se extendió durante más de seis horas.
Todo terminó a las 20.45 cuando el grupo Halcón irrumpió en el lugar y logró rescatar a los dos rehenes que aún estaban cautivos. Uno era el policía de seguridad y la otra una empleada que se había encerrado en una oficina y permaneció allí durante toda la toma sin que el asaltante se diera cuenta. En el operativo rescate, un comisario inspector resultó herido en una mano. Aunque estaba fuera de peligro, fue trasladado al Hospital Churruca.
El hecho, inédito en esa ciudad bonaerense de 50 mil habitantes, fue protagonizado por un asaltante de unos 60 años. Según informaron fuente del caso, entró al banco cuando ya estaba a punto de cerrar. Estaba armado con una pistola calibre .40 y un revolver de aire comprimido. Al parecer el hombre fue directamente a la línea de cajas y logró cargar un bolso con dinero. Pero cuando se preparaba para escapar apareció un patrullero que estacionó en la puerta de la sucursal: el custodia del banco, egresado de la Bonaerense hace cuatro meses, logró dar la alarma.
Al llegar la Policía, el ladrón se atrincheró con los rehenes. Lo que siguió fue un impresionante operativo de seguridad con 150 hombres, que paralizó la vida de la ciudad durante toda la tarde.
Como marca el protocolo en estos casos, unos 200 metros alrededor del banco fueron acordonados para aislar la zona y alejar a los medios de comunicación. Todos los comercios de la cuadra fueron evacuados, al igual que los alumnos de un colegio primario y un jardín de infantes ubicados sobre la vereda de enfrente de la sucursal. Los chicos fueron llevados hasta una estación de servicio cercana, para luego ser retirados por sus padres.
Casi inmediatamente comenzada la toma, se acercó al banco la ayudante fiscal Claudia Ezeiza. Ella fue la primera que vio al ladrón. En paralelo comenzaron a llegar refuerzos policiales de Junín.
El Ministro de Seguridad bonaerense, Alejandro Granados, se encontraba en un acto en Tres Arroyos. Desde allí, luego de recibir un panorama de la situación de parte del intendente de Lincoln, Jorge Fernández, le ordenó al jefe de la Policía Bonaerense, Hugo Matzkin, que fuera al lugar.
Matzkin, que estaba en la Departamental de La Matanza, tomó un helicóptero y ordenó que unidades del grupo Halcón viajaran a Lincoln por tierra. También llegaron desde Junín el fiscal de turno Javier Ochoaizpuro y su jefe, el fiscal general Juan Manuel Mastrorilli.
Las negociaciones dieron sus primeros frutos poco después: el asaltante liberó a la mayoría de los rehenes, entre ellos una mujer que debió ser atendida en estado de shock. Dentro del banco quedaron el policía y la empleada, que siguió escondida dentro de una oficina. Desde allí, la mujer estuvo en comunicación permanente con los encargados del operativo a través de mensajes de texto.
"Nosotros no estamos acostumbrados a este tipo de episodios. A mí me llama mucho la atención que este hombre haya entrado al banco en el horario pico de movimiento de gente en esa zona. Yo creo que debe ser alguna persona con algún problema emocional", evaluó el intendente Fernández.
Anoche trataban de establecer si se trataba de un asaltante con antecedentes. Según trascendió, su nombre sería Naldo Martínez. Aunque algunas versiones indicaban que sería vecino de General Pinto, una localidad cercana a Lincoln, fuentes del caso confirmaron que el detenido vive en Pergamino. Anoche, los investigadores trataban de determinar si tenía una importante deuda en esa ciudad.

Toma de rehenes en Lincoln: Cuando todo empezó, cómo terminó todo

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Dos rehenes de un asaltante fueron rescatados por el Grupo Halcón en una sucursal del banco Santander Río de la localidad bonaerense de Lincoln, durante una operación táctica en la que resultó herido un efectivo.

  

En el operativo policial, un jefe del Grupo Halcón resultó herido y debió ser trasladado de urgencia al Hospital Churruca de la Capital Federal, mientras que los dos últimos rehenes, una empleada del banco y un policía resultaron ilesos.
Respecto al delincuente, las fuentes precisaron que fue identificado como Naldo Martínez (64), con antecedentes penales, quien fue atrapado ileso y fue llevado detenido a la seccional local.
La toma de rehenes finalizó después de seis horas de conversaciones con efectivos del Grupo Halcón, supervisada por el jefe de la Policía bonaerense, Hugo Matzkin, que viajó al lugar para mantener personalmente la negociación, y el fiscal general del departamento judicial Junín, Juan Manuel Mastrorilli.
El hecho se inició cerca de las 15, cuando un delincuente, vestido con un pantalón, camisa, campera y una gorra, amenazó con una pistola calibre .45 y un revólver .32 a uno de los cajeros del banco ubicado en 9 de Julio 128, de esa localidad del oeste de la provincia de Buenos Aires y, tras apoderarse de dinero, que guardó en una bolsa, se dirigió a la puerta de salida para escapar.
En ese momento, el asaltante observó la presencia de efectivos de la seccional local, ubicada a unas dos cuadras, que habían llegado en forma inmediata tras ser advertidos del robo por el policía que estaba de custodio en la caseta, a quien un cliente le informó del asalto con un cartelito escrito a mano.
Ante esta situación el ladrón volvió hacia la zona de las cajas de atención al público, donde amenazó a los empleados y clientes que se encontraban en el banco, una diez personas, a quienes decidió mantenerlos como rehenes.
Minutos después, la Policía local implementó un cerco con vallas de hasta unos 200 metros a la redonda del banco y se decidió, por precaución, la evacuación de un Jardín de Infantes, una escuela y comercios cercanos, mientras se aguardaba la llegada de las principales autoridades de la Policía provincial y del Grupo Halcón.
Dos horas más tarde de iniciada la toma, un efectivo del Grupo Halcón que se encontraba de visita en Lincoln por asuntos personales, se presentó en el lugar y actuó como negociador, y logró que el delincuente permitiera la liberación de cuatro personas, tres empleados y un cliente, mientras continuó manteniendo cautivo al resto.
Posteriormente, los otros rehenes también fueron liberados, con lo que sólo quedó dentro del banco un efectivo policial, que era apuntado por el asaltante, y una empleada que estuvo permanentemente escondida en una oficina, pasando información sobre el hecho primero a su familia y luego a la Policía.
Finalmente, el comité de crisis, integrado por autoridades policiales y judiciales, decidió que la situación no daba para dilatarla y se ordenó a los tácticos entrar al banco y liberar a los rehenes.
Los efectivos rompieron un blindex del local, operación en la que resultó herido en una mano un comisario inspector del Grupo Halcón, e irrumpieron arrojando una granada de estruendo y luminosa.
La acción táctica permitió detener al asaltante, liberar al policía y a la empleada, que sufrió una profunda crisis de nervios, y poner un fin a una situación que mantuvo en alerta, toda la tarde, al pueblo de Lincoln.
La causa quedó a cargo del fiscal Javier Ochoaizpuro, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2, de Junín.

Toma de rehenes en Lincoln: El día después. Cómo fue el desarrollo de los acontecimientos

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