JUICIO A RECALDE POR LOS CRIMENES DE SANDRA COLO Y PAOLA TOME:
El sadismo de un asesino serial graficado en el relato de una de sus víctimas
Testificó la mujer atacada por Recalde, y cuyo testimonio fue clave para imputarlo por los crímenes de Paola Tomé y Sandra Colo. Pidió que lo saquen de la sala de audiencias.
María Cristina Belossi tiene miedo, pero no se calla. Ella también fue una víctima de Rubén Recalde, el único acusado de los crímenes de Paola Tomé y Sandra Colo, abusadas y estranguladas en 2014 y 2012 en Junín, respectivamente. Por eso, antes de empezar a dar su testimonio durante el juicio pidió que Recalde sea retirado de la sala de audiencias: todavía le teme y no quería verlo.
"Me decía que no diga nada, que él me conocía, que sabía que trabajaba sola. Me hacía tocarle los zapatos, me decía que eran los mismos que usaba la policía", relató Belossi llorando frente al Tribunal Oral Criminal 1 (TOC1) de Junín que juzga a Recalde por el doble homicidio criminis causae de Tomé y Colo.
Belossi fue atacada por Recalde en junio de 2009 en Junín cuando trabajaba en una juguetería: ingresó al local y le pidió que le mostrara algunos juegos para chicos de 5 y 7 años. La mujer recordó que cuando se dio vuelta, se le abalanzó por detrás y la agarró del cuello.
Luego, relató que la amenazó con un revólver, la llevó hasta el baño del comercio y allí la ató de pies y manos, tras lo cual la amordazó con su bufanda, la tapó con una gorra y comenzó a revolver el local. Belossi contó que el atacante la desvistió del lado izquierdo, aunque como ella no se resistió no prosiguió, sino que la hizo ponerse de pie y vestirse, tras lo cual huyó con dinero que robó de la caja chica.
"Me decía que no diga nada, que él me conocía, que sabía que trabajaba sola. Me hacía tocarle los zapatos, me decía que eran los mismos que usaba la policía", expresó la víctima llorando frente al tribunal.
Por ese hecho, que se cometió en un negocio situado a pocos metros del local de ropa infantil donde el 16 de enero de 2014 fue hallada asesinada Tomé (38), Recalde fue detenido y condenado a tres años de años de prisión en un juicio abreviado en el que aceptó ser culpable de los delitos de robo agravado y abuso sexual. La condena impuesta terminó de cumplirla dos meses antes del crimen de Sandra Colo (43), asesinada en un salón de fiestas infantiles el 16 de agosto de 2012.
Belossi no pudo finalizar su declaración, ya que a medida que esta avanzaba fue sintiéndose cada vez peor y la fiscal del juicio, Viviana Lizaso, pidió al tribunal que su testimonio se incorpore por lectura con el objeto de no revictimizarla.
Los dichos de Belossi fueron clave en la investigación de los asesinatos de Colo y Tomé, ya que en los tres casos el modus operandi, la elección del tipo de víctima y las circunstancias fueron coincidentes: las tres eran mujeres de una misma franja etaria, trabajaban en comercios relacionados con el rubro infantil y fueron reducidas de la misma manera. En el caso de Colo y Tomé, además de haber sido estranguladas, golpeadas en la oreja derecha y violadas, ambas fueron atacadas un día 16, todos elementos que indican un patrón común para los investigadores.
Los testimonios del juicio oral culminaron hoy con la declaración de peritos que trazaron el perfil psicológico del imputado. Así, se pasó a un cuarto intermedio hasta el lunes cuando alegarán las partes.
PERSONALIDAD FRIA Y CALCULADORA
Así fue la descripción que realizaron de Recalde los peritos psiquiatras que estudiaron la figura del imputado y que "comprendía las acciones que llevaba adelante". Esto echaría por tierra la estrategia del defensor oficial Silvio Acerbo que, según anticipó ayer ante los jueces del Tribunal Oral Criminal 1, iba a buscar probar la inimputabilidad del asesino serial.
También declaró otra víctima de Recalde, una mujer que recibió la visita desagradable de este mecánico con una aparente intención de comprar una pileta que tenía en venta pero finalmente terminó maniatándola junto a su hija en una habitacion de la vivienda para luego darse a la fuga.
El sadismo de un asesino serial graficado en el relato de una de sus víctimas
Testificó la mujer atacada por Recalde, y cuyo testimonio fue clave para imputarlo por los crímenes de Paola Tomé y Sandra Colo. Pidió que lo saquen de la sala de audiencias.
María Cristina Belossi tiene miedo, pero no se calla. Ella también fue una víctima de Rubén Recalde, el único acusado de los crímenes de Paola Tomé y Sandra Colo, abusadas y estranguladas en 2014 y 2012 en Junín, respectivamente. Por eso, antes de empezar a dar su testimonio durante el juicio pidió que Recalde sea retirado de la sala de audiencias: todavía le teme y no quería verlo.
"Me decía que no diga nada, que él me conocía, que sabía que trabajaba sola. Me hacía tocarle los zapatos, me decía que eran los mismos que usaba la policía", relató Belossi llorando frente al Tribunal Oral Criminal 1 (TOC1) de Junín que juzga a Recalde por el doble homicidio criminis causae de Tomé y Colo.
Belossi fue atacada por Recalde en junio de 2009 en Junín cuando trabajaba en una juguetería: ingresó al local y le pidió que le mostrara algunos juegos para chicos de 5 y 7 años. La mujer recordó que cuando se dio vuelta, se le abalanzó por detrás y la agarró del cuello.
Luego, relató que la amenazó con un revólver, la llevó hasta el baño del comercio y allí la ató de pies y manos, tras lo cual la amordazó con su bufanda, la tapó con una gorra y comenzó a revolver el local. Belossi contó que el atacante la desvistió del lado izquierdo, aunque como ella no se resistió no prosiguió, sino que la hizo ponerse de pie y vestirse, tras lo cual huyó con dinero que robó de la caja chica.
"Me decía que no diga nada, que él me conocía, que sabía que trabajaba sola. Me hacía tocarle los zapatos, me decía que eran los mismos que usaba la policía", expresó la víctima llorando frente al tribunal.
Por ese hecho, que se cometió en un negocio situado a pocos metros del local de ropa infantil donde el 16 de enero de 2014 fue hallada asesinada Tomé (38), Recalde fue detenido y condenado a tres años de años de prisión en un juicio abreviado en el que aceptó ser culpable de los delitos de robo agravado y abuso sexual. La condena impuesta terminó de cumplirla dos meses antes del crimen de Sandra Colo (43), asesinada en un salón de fiestas infantiles el 16 de agosto de 2012.
Belossi no pudo finalizar su declaración, ya que a medida que esta avanzaba fue sintiéndose cada vez peor y la fiscal del juicio, Viviana Lizaso, pidió al tribunal que su testimonio se incorpore por lectura con el objeto de no revictimizarla.
Los dichos de Belossi fueron clave en la investigación de los asesinatos de Colo y Tomé, ya que en los tres casos el modus operandi, la elección del tipo de víctima y las circunstancias fueron coincidentes: las tres eran mujeres de una misma franja etaria, trabajaban en comercios relacionados con el rubro infantil y fueron reducidas de la misma manera. En el caso de Colo y Tomé, además de haber sido estranguladas, golpeadas en la oreja derecha y violadas, ambas fueron atacadas un día 16, todos elementos que indican un patrón común para los investigadores.
Los testimonios del juicio oral culminaron hoy con la declaración de peritos que trazaron el perfil psicológico del imputado. Así, se pasó a un cuarto intermedio hasta el lunes cuando alegarán las partes.
PERSONALIDAD FRIA Y CALCULADORA
Así fue la descripción que realizaron de Recalde los peritos psiquiatras que estudiaron la figura del imputado y que "comprendía las acciones que llevaba adelante". Esto echaría por tierra la estrategia del defensor oficial Silvio Acerbo que, según anticipó ayer ante los jueces del Tribunal Oral Criminal 1, iba a buscar probar la inimputabilidad del asesino serial.
También declaró otra víctima de Recalde, una mujer que recibió la visita desagradable de este mecánico con una aparente intención de comprar una pileta que tenía en venta pero finalmente terminó maniatándola junto a su hija en una habitacion de la vivienda para luego darse a la fuga.
